Hay veces que ni en los desiertos mas calurosos,
se pueden llegar a crear espejismos tan reales.
No se si es el calor del propio verano,
el frió del invierno o simplemente son neuronas atrofiadas,
que revolotean en una espiral sin salida,
las que crean esas falsas esperanzas.
Ni estoy sediento, ni me ha dado una lipotimia,
y ni mucho menos ando tan perdido,
como para creerme y ver tan reales,
esos espejismos que en mis ojos y en mi mente se clavan.
La estupidez humana; mi estupidez,
y mi ingenuidad me hacen ver de verdad,
cosas que ni si quiera son claras,
cosas que parecen lo que no son,
envueltas en ilusiones resquebrajadas,
de las que ya no me creo nada.
Las palabras adornan mucho tus actos,
pero los actos adornan muy poco tus palabras.
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