Se acercan unos días especiales, días de alegrías, de familia, emoción y sobre todo mucha felicidad.
Me acuerdo cuando era pequeño como si fuera hoy mismo. Mis alegrías y mis decepciones, las ultimas creo que no se me olvidaran jamas. Nunca se portaron bien conmigo mis reyes magos. Nunca me traían lo que yo les escribía en la carta, siempre me traían lo que les daba la gana. Así eran mis reyes, me desahogo pensando que eran otros tiempos, pero tampoco eran tan malos, no se...
Pero bueno siempre tendré ese recuerdo positivo de que al final de tanto pedirlo y tanto disgusto me lo trajeron, quizás el regalo que me ha hecho mas ilusión de mi vida, dejando aparte aquellas cintas del zorro, con las que tanto cariño las recuerdo.
Al final después de 3 o 4 años, lo pedí y si me lo trajeron, ese maravilloso juego de Magia Borras, y sí, ese año junto con mi avión de Rima fui el niño mas feliz de todos.
Ese es mi pequeño trauma con los reyes magos.
Y paradojas de la vida, el niño con ese pequeño trauma por que no le traían lo que quería , hoy tras convertirse en hombre a sido Rey Melchor durante muchos años.
Un rey Melchor que ya no tiene la misma ilusión en vestirse que antes, ahora solo quiere poder ver la gran sonrisa de sus sobrinos, la felicidad, y la inocencia reflejada en sus caras.
Esos pequeños pero a la vez tan enormes detalles que antes
mis barbas y mi gran melena me impedía notarlos.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
¡Feliz Navidad!
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