Letra a letra; palabra a palabra, párrafo
a párrafo, capitulo a capitulo, voy matando el tiempo. Mi tiempo. A los
rayos de luz de una ventana, el piar de las alegres golondrinas y el frío de
una bolsa de guisantes descongelados y congelados mil veces ya, voy matando
minutos, horas y días.
Sudado por todos los lados a pesar de esos
guisantes y de un nuevo Taurus tropicano de 3 velocidades, a pesar de
eso, el calor es insoportable, sobre todo ahí. Ya no se como apoyarlo, si
recto, ladeado o apoyado en una espesa almohada.
Tanta perdida últimamente me deshace por dentro... Pero
si un día Albert encontró ganancias entre tanta perdida será que es posible,
pues mas perdidas que perdió él, ya serian difícil de igualar, en cantidad e
importancia. Así que entre mis perdidas, algunas absurdas otras no buscare mi
ganancia o mis ganancias. De momento, ahora solo me conformo con una, las demás
ya llegaran cuando sea el momento, el destino nos tiene unidos a nosotros y a
todo lo que nos acontecerá con un invisible hilo rojo, así que todo llega
cuando le viene el turno.
Espero que en diez días me desvenden y me digan, no corras, pero camina.